Los dineros

| lunes, 12 de septiembre de 2011 | 14:11

Cuando hasta los que tienen el riñón forrado piden pagar más impuestos, es que la cosa está peor de lo que pensaba. Hasta ellos se dan cuenta de que resulta imposible mantener sociedades en que un mínimo por ciento de ciudadanos tiene un máximo por ciento de la riqueza. En España, el bien común y el interés general pasa por gravar las rentas más altas en orden a la progresividad del sistema tributario -un gesto más moral que eficaz, por las diferentes escapatorias legales, pero estamos necesitados de dichos gestos-. Es importante que la percepción de la fiscalidad, los ingresos y los gastos sirvan de cemento a la cohesión social, y la rebaja de la presión fiscal en 10,2 puntos entre 1995 y 2011 sobre los más pudientes no ayuda demasiado. Tampoco lo hacen las Sicav, verdaderas trágalas fiscales que permiten tributar al 1%, habiendo en nuestros predios alrededor de 3.313 sociedades moviendo 26.200 millones de euros. Otro coladero es el impuesto de sucesiones y donaciones, que debido a las diversas bonificaciones autonómicas tiene tales coladeros, que habría que ponerle encima a unos violinistas en plan Titánic, para que fuesen tocando Nearer my God to Thee. Otro impuesto que hay que convocar con una güija, como si fuera un espíritu, es el de patrimonio. Suprimido en 2008 por alguna mente privilegiada, debería resucitar, pero esta vez redibujando los intervalos pecunarios, ya que antes solo afectaba a las rentas medias y bajas. ¿Y qué me dicen de los impuestos indirectos? Tenemos el tercer IVA más bajo de la Unión Europea, únicamente nos ganan Chipre y Luxemburgo. El que también me convence es el impuesto a la banca, la tasa Tobin de toda la vida, rebautizada para no asustar con el coco a los capitalistas -que en realidad somos todos-. Ahora bien, solo con esto no remontamos la prima de riesgo, el consumo que se arrastra, el BCE que nos hace ofertas que no se pueden rechazar para comprar nuestra deuda.. Es necesario reformar el mercado de trabajo de arriba abajo; crear incentivos para los empresarios -ahora llamados emprendedores-; denunciar la falacia de que los mercados se autorregulan; utilizar las autonomías para hacer más España y no para chantajear; hacer pactos de estado concretos -urgentemente sobre materia educativa e investigación- y motu propio, sin que nos aprieten las tuercas desde Europa., y no sigo porque voy a parecer un demagogo o un infeliz utópico.

8 comentarios:

Dar dijo...

Bastante de acuerdo. Me enorgullece pagar impuestos, si sé que están bien aprovechados financiando la educación pública (no concertada), la sanidad, el transporte público, la investigación y que la cultura sea accesible para gente con menos recursos.

YO dijo...

Y ahora pones una entrada sobre Los Dineros.. ¡cómo eres!.

Si es que apetece achucharte...

No sé, Ignacio. No sé. El saber humano está tan acotado que no se puede opinar así, en general.
De fiscalidad, habría que dejarlo para los compañeros que trabajan los impuestos, cuáles sí, cuáles no....No todos opinan lo mismo, de veras.

Lo del mercado de trabajo, tampoco soy experta pero lo dije bien alto y claro en su momento: hemos perdido una oportunidad de oro de hacerlo bien de una vez. Ha sido una chapuza a medias..

Por la parte que me toca, la desregulación de los mercados financieros sí que ha resultado un bluff, por una cosa: el oportunismo humano. Porque somos humanos..

Hay una muy buena peli-documental que resume esa debacle: ¿a que no adivinas cuál es cinéfilo?.

Morgen....

Begoña Argallo dijo...

En estos tiempos que corren creo necesarias dos cosas: apoyar a las pequeñas empresas para que puedan crear más puestos de trabajo, y facilitar la entrada en el mercado laboral a los más jóvenes para que puedan planificar su futuro. Soy pesimista en cuanto a la resolución de ambas, veremos...

Rodericus dijo...

Hay que arremangarse, y empezar a poner orden en un sistema que ha reventado por las costuras.

Desde reordenar mercados que lo han fiado todo al mito de la "expansion continua",la mal entendida "globalización", hasta la tributación fiscal.

Es una paradoja que un asalariado norteamericano pague proporcionalmente el doble que el propietario de la empresa. Semanas atrás se publicó una interesante entrevista con Warren Buffet, donde este multimillonario clamaba contra esta injusticia.

Y aquí, con el "coco" de la posible evasión de capitales al extranjero, dudo mucho que las reformas fiscales hagan pagar mas al que mas tiene.

Hasta que todo esto se estabilice, tenemos mucho por delante aún. Me recuerda demasiado al "crack" de 1.929, y todo aquello solo acabó con el estallido de la segunda guerra mundiál. Esperemos que no sea el caso.

Saludos.

Dar dijo...

Una pequeña analogía: podemos no entender del todo como funciona la bomba atómica, pero eso no significa que no podamos opinar sobre su uso :-)

En cuanto a los paraísos fiscales, es un claro signo de la hipocresía y de la impotencia del poder político frente a los poderes fácticos. El verdadero eje del mal - las Islas Caimán, Andorra o Vanuatu son unas superpotencias militares contra los que no podemos hacer nada...¿o es que no es así? ;-) Y allí está el tema.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Bueno, si tuviera que dejar de opinar sobre todo en lo que no soy experto, no podría ni abrir la boca. Creo que tener nociones generales es obligatorio, y los detalles para los profesionales, efectivamente.


Y lo de los paraísos fiscales es de película. Os dais cuenta de que una de las decisiones políticas más peligrosas -para el que la tome- sería ilegalizar los billetes de 500 euros???

YO dijo...

Leí una vez en El País, en una entrevista a Antonio Muñoz Molina, que él no entendía que los escritores tuvieran que ser los que opinasen en prensa sobre distintos temas. El, en general, opina y escribe de lo que más sabe. Es la humildad de los más grandes, qué duda cabe.

Un escritor, la ventaja que tiene es que sabe escribir y, por consiguiente, sus artículos son más agradables de leer. Ese es mi problema, que siempre me han gustado muchos los artículos de Ignacio del Valle. Si fue lo primero que me gustó de él, antes que sus libros. Es la verdad. Lo juro. Otra cosa es que la opinión sea autorizada; para opinar sobre arquitectura, un arquitecto, …etc. Pero bueno, yo creo que te las apañas bien, en general. Tu C.I. te ayuda; qué duda cabe. No me interesan los escritos de gente que percibo que es menos inteligente que yo. No aprendo nada.

En cuanto a la peli…”Inside Job” de Charles Ferguson:

http://www.cinetux.org/2011/03/ver-pelicula-inside-job-online-gratis.html

Imprescindible como resumen del desastre. Cuando se termina, terminas cabreado/a. Como dicen los “tontos y tontas”.

Ignacio del Valle no es tonto.
YO tampoco.

Ni tonta, ni ciega…Tampoco cegada, no… Eso tampoco. Ahora bien, para pillarme un buen ciego, si un día me apetece tal cosa – ¡¡que impropio de una chica de Oviedo!!- entonces sí que le pediré opinión a Ignacio del Valle. No tengo duda de que tiene el doctorado hecho en “Bebidas Espirituosas” y, sin duda, su opinión al respecto es muy, pero que muy autorizada.

El ciego…para la Cátedra, …o el Rectorado…Who knows?.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Pero YO, es que yo escribo estos artículos como ciudadano, no como escritor¡¡