Bocatto di cardinale XL

| lunes, 4 de abril de 2011 | 0:01

Cómo los cuatreros saquearon el mundo -y volverán a hacerlo si no los regulamos-.

Francamente, los marcianos pasaban por allí, no tienen mucha importancia. Les van a contar otra cosa.


Lo cogí de una pila de cómics en el puesto donde estaba firmando libros en Burdeos, abrí la primera página, y ya no paré hasta terminarlo.

6 comentarios:

Rodericus dijo...

Lo de que los cuatreros volveran a saquear el mundo, lo doy por cierto.
Después de la crisis finaciera mas gigantesca conocida, ni una sola autoridad financiera se ha atrevido a proponer la mas minima regulación.
Los casinos de Las Vegas son mucho mas honrados que las bolsas. Allí, la banca siempre gana, todo el mundo lo sabe, y siguen apostando sin importarles gran cosa.

Un saludo.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

El documental da miedín. Resulta que, al cabo, todos los que causaron el desastre, básicamente por avaricia, Larry Summers, Ben Bernake¡¡... todos siguen en sus puestos, y muchos de asesores de Obama. Luego desentraña la relación estrecha entre las agencias de calificación y los bancos, los profesores universitarios y las empresas... En fin, que no hay esperanza. Esta vez nos salvamos por un pelo, pero no siempre va a haber dinero suficiente para salvar a los malos. Espero que en el próximo reventón yo ya esté criando malvas para no ver la guerra y la miseria. Abrazos.

YO dijo...

Pues tal y como lo poneis, voy a tener que ver ese documental.

Hay de todo en todas partes. En las agencias de calificación, en los bancos, en el profesorado universitario...También hay gente honrada que se dedica a calificar en base a criterios objetivos que puedan ayudar al inversor, bancos que conceden préstamo en las condiciones adecuadas, profesorado universitario que se dedica a publicar e investigar honradamente sumando sexenios, empresas que crean empleo y riqueza que para eso están...
Como en todas partes. Y escritores creadores y otros que se dedican al "copy + paste".
Es lo que hay. Veré el documental. Interesante.
Tranquilo, Ignacio. Que si vas a superar los 100 como señalas en tu epitafio por este blog, aún da tiempo a otro reventón. Todo esto es cíclico.

Anónimo dijo...

No es de extrañar que tras ver el documental quedes con una sensación de desasosiego e indignación seguida de un tremendo cabreo porque las conclusiones son estremecedoras. Pensar que la crisis se podría haber evitado te lleva a una situación de rabia y crispación al más alto nivel. Es indignante que la avaricia descontrolada de ciertos mandamases que han amasado fortunas a costa del trabajo y los ahorros de toda una vida de miles y miles de personas, de cómo estos gozan de su privilegiada posición que les permite no sólo no pagar los platos rotos, sino mantenerse vivos en el sistema mientras que cantidad de gentes han tenido que perder los empleos, dejar sus casas y vivir en la calle.
Todo el mundo debería ver este documental, que por su parte es espeluznante.

Ilsa dijo...

La gente hace su trabajo,lo hace bien o por lo menos lo intenta,la cuestión es cuando lo hacen mal,todos cometemos errores pero lo imperdonable es que se hagan con mala fe, y encima quieran hacernos creer que no han hecho nada malo.
Lo original del documental es que te haga reflexionar con algo tan a la orden del día como la crisis.Nos levantamos y nos acostamos con ella,vemos su sombra, pero no quien o quienes están verdaderamente detrás de ella.Como decía Don Quijote son molinos o ¿quizás gigantes?.

Por otro lado, Paco Rocas ganó el premio Nacional del cómic hace dos o tres años y abordando en "Arrugas" el tema de Alzheimer (soy terapeuta en un Centro que trata esta enfermedad),lo leí y me fascinó.Te recomiendo su última historia"El invierno del dibujante",cuenta como autores de cómic de Bruguera en los años 50,se independizan para crear su propia revista y así conservar los derechos de autor.

Saludos.

Dar dijo...

El documental buenísimo. Lo mejor es como muestra la banalidad del mal, para parafrasear a Hannah Arendt. Los tíos que han trabajado en estas empresas han sido sistemáticamente incentivados al "mal" para hacer "bien" su trabajo. Eso deja en evidencia que los problemas son del sistema, no de los individuos desviados (aunque de éstos, también los hay).